viernes, 4 de febrero de 2011

MITOLOGÍA Y ARQUEOASTRONOMÍA

 
STANISLAW IWANISZEWSKI

LA INTERPRETACIÓN ASTRONÓMICA DE LOS MITOS

EN LOS últimos años se ha popularizado la idea acerca de la posible explicación astronómica de la fábula mítica. Más precisamente, existen varias opiniones según las cuales algunos mitos, o algunos hilos míticos, nacieron como "reflejo" del movimiento de cuerpos celestes. Esta tesis no es actual, pero últimamente han surgido nuevas pruebas en la etnología o en la historia de las religiones que llevan a una explicación en este sentido.1

Por otra parte, sabemos bien que la interpretación astronómica de los mitos no excluye otras. En los dos últimos siglos se han publicado muchas obras sobre qué es el mito; quiero mencionar aquí, al respecto, los trabajos de E. Cassirer; M. Eliade, C. G. Jung, C. Kerényi, L. Lévi-Bruhl, C. Lévi-Strauss, R. Otto, P. Ricoeur, J. W. Rogerson, H. Schlier y L. Walk, entre otros.

Ahora, en mi opinión, es el momento de recordar y sintetizar sus teorías. Quiero tratar aquí temas míticos como agregados del simbolismo mágico-religioso, por un lado, y reflejos de los acontecimientos histórico-sociológicos, por otro.

La naturaleza del término "mito" es multidimensional y por eso existe la necesidad de investigar en todas sus definiciones (J. W. Rogerson, 1974: 166,174). El mito tiene varios niveles simbólicos y parece que nació como un agregado de varios sentidos. Si bien posteriormente perdió algunos, otros se transformaron y en mi opinión no es verdad que primero existió sólo un nivel significativo y después se fueron añadiendo otros.

Entonces, simplificando, el mito es:

1. El reflejo de algunos acontecimientos históricos que casi olvidados se convirtieron en un tema mítico.

2. La explicación —en el nivel popular— de todo el Universo. En esta dimensión se pueden colocar las preguntas sobre el origen del Universo, el hombre, el orden social, el destino del hombre, etc. En este caso el mito funciona como la herramienta para instruir a la gente en algunas ideas determinadas y en este sentido es uno de los canales de la información (o de la propaganda) que ayuda a manejar a la gente por el centro ideológico-conductor.

3. La explicación —en el nivel esotérico— del Universo. Aquí el mito funciona como la herramienta simbólica para iniciados. Ayuda a comprender mejor varios estados del proceso de la iniciación. El mito en este contexto es la fuente de varios tipos de ciencias ocultas. Este sentido puede ser útil en el psicoanálisis moderno con fines terapéuticos, como ya demostró C. G. Jung.

4. La herramienta para facilitar la memorización de ciertas ideas importantes (F. Yates).

5. El reflejo y/o la explicación de las revoluciones de los astros.2

Es evidente que todos estos niveles significativos se mezclaron y entrelazaron unos con otros en un mito y por esto no es fácil su interpretación. En este análisis quisiera dar una posible explicación del mito de Quetzalcóatl, en la dimensión astronómica.

Las fuentes que voy a utilizar en este artículo son ante todo: Los Anales de Cuauhtitlán, fray Gerónimo de Mendieta, fray Toribio de Benavente, Motolinia; Diego Muñoz Camargo, fray Bernardino de Sahagún y fray Juan de Torquemada.3

Este mito se puede resumir de la manera siguiente:

1. Quetzalcóatl reinaba en Tula por muchos años, reformó la religión y fue "estimado y tenido por dios" (Sahagún III, 4) en esta ciudad.

2. Quetzalcóatl tuvo que salir de Tula a causa de Tezcatlipoca, según varias versiones: a) Tezcatlipoca, viendo que Quetzalcóatl había eliminado los sacrificios humanos, decidió con otros dioses (Ihuimécatl y Toltécatl) expulsarlo de Tula. Con este fin le dieron pulque y lo embriagaron para que olvidara cumplir sus obligaciones religiosas. Cuando Quetzalcóatl se dio cuenta de lo ocurrido decidió abandonar Tula (Anales 39-47); b) Tezcatlipoca Huémac obligó a Quetzalcóatl a salir de Tula (Muñoz Camargo I, 1); c) Tezcatlipoca venció a Quetzalcóatl en el juego de pelota, después de lo cual, este dios "fue persiguiendo al dicho Quetzalcóatl de pueblo en pueblo" (Mendieta II, 5; Torquemada VI, 45); d) Quetzalcóatl salió de Tula para establecer las provincias nuevas de su reino (Motolinía I, 30); e) los dioses Huitzilopochtli, Titlacauan y Tlacauepan hicieron a Quetzalcóatl toda la serie de embustes que causaron la muerte de los ciudadanos. Posteriormente, Quetzalcóatl acordó salir de Tula (Sahagún III, 4-12); f) Tezcatlipoca y Huémac acusaron a Quetzalcóatl de haber cometido adulterio y él, viendo su destino, salió de Tula (Torquemada III, 8); g) su enemigo Huémac, más poderoso que él, lo obligó a abandonar Tula (Torquemada III, 8).

3. Quetzalcóatl se dirigió hacia Tlillan Tlapallan: a) en este lugar se quemó, entró en el cielo y se convirtió en el planeta Venus matutino (Anales, 50, 51); b) vino a Cholula a gobernar esta provincia (Muñoz Camargo I, I); c) estuvo en Cholula por un tiempo, pero nuevamente fue expulsado de este lugar por Tezcatlipoca, yéndose al país de Tlillapa o Tlilapan —en la costa del mar—, donde murió. Su cuerpo fue quemado y su alma se convirtió en estrella o cometa (Mendieta II, 5; Torquemada VI, 45); d) caminaba paseando por muchos lugares, hasta que llegó a la costa del mar, donde hizo una balsa y salió navegando al Tlapallan (Sahagún III,14).

Como vemos, en este mito se habla directamente de la conversión de Quetzalcóatl en estrella o en el planeta Venus. Según opinión común de los científicos, existe la posible asociación de Quetzalcóatl con Venus. Estos elementos nos permiten buscar la interpretación astronómica de este mito.

Esta asociación parece ser muy probable. El país Tlillan Tlapallan ("lugar del negro y rojo") está en dirección del Este (González Torres, 1945:144; Seler, 1963,II: 9; Soustelle, 1940: 59, 68). Quetzalcóatl dice que va en dirección del Sol (Sahagún III,13, 4) al Tlapallan. Se dice (Sahagún III,14, 6; Mendieta II, 5) que este lugar se hallaba en la costa del mar (oriental). Todo esto sugiere que Quetzalcóad salió de Tula en dirección al Oriente. Aquí, en este lugar, Quetzalcóatl murió y sus devotos quemaron su cuerpo (Mendieta II, 5; Torquemada VI, 45). En los Anales, (50) se dice que el dios se quemó. Después de este acto, su corazón (Anales 50) o su alma (Mendieta III, 5; Torquemada VI, 45) subió al cielo para convertirse en estrella. Los Anales hablan directamente de la estrella matutina y otras fuentes dicen una estrella o cometa, pero que tras ellos "se ha visto seguir pestilencias en los indios, y otras calamidades" (Mendieta II, 5). Como sabemos el planeta Venus fue el ejecutor del destino (Códice Borgia 53, 54 —con Venus flechador—, véanse figuras 1 y 2). Los Anales (50, 51) dicen que cuando murió Quetzalcóatl y se convirtió en la estrella "que al alba sale", esta estrella fue nombrada también como Tlahuizcalpantecuhtli (que quiere decir "el Señor del Alba"), bien conocido como el dios del planeta y con quien fue asociado Quetzalcóatl (Spranz, 1973: 482; figura 3). Su función fue flechar con sus rayos a algunas personas en ciertas fechas determinadas.

Por último hay que apuntar que, según Sahagún, Quetzalcóatl caminando hacia el Sol, desapareció del mundo porque bajó al Mictlancalco (que quiere decir "el lugar de la casa de los muertos") y que denota el país de los muertos. Los Anales (50) dicen que después de quemarse, el dios desapareció por 8 días (estuvo 4 días entre los muertos y "en 4 días se proveyó de flechas").









Figura 1. Venus flechador (Códice Borgia, figura 53)



Naturalmente, este número de días coincide con el intervalo bien conocido entre la última aparición del planeta como lucero de la tarde y la primera aparición como lucero del alba (Gibbs, 1977: 33; 1980: 89).

Todo esto significa una cosa: Quetzalcóatl se convirtió en el Venus matutino. Esta no es una idea nueva, pero en este mito podemos identificar esta conversión con seguridad.

Ahora habría que preguntarse en qué términos astronómicos se podría tratar a Quetzalcóatl antes de esa conversión.

Muchas veces se describe a Quetzalcóatl como una persona vieja, enferma o débil. Esto indica su declinación, su caída.









Figura 2. Venus flechador (Códice Borgia, figura 54).




Por otra parte, Tula es el lugar donde murió mucha gente: en un caso los mató una india vieja que en el xochitla ("jardín") tostaba el maíz. Parece que tostaba el maíz maduro, porque fue para comer.

En la versión de Sahagún (III, 12, 34), Quetzalcóatl saliendo de Tula pasó por Cuauhtitlán ("bosque"). En este lugar él se vio en el espejo como viejo. Llamó este lugar Huehuecuauhtitlán ("bosque viejo"). En este lugar estuvo un árbol "grande, grueso y largo". Pero el dios después de verse en el espejo como muy viejo lo apedreó furioso. Este gran árbol fue deteriorado, roto. Podemos decir que este árbol, apedreado, murió o se cayó. Sahagún nos dice también que este dios bajó al Mictlancalco, el país de los muertos, antes de salir navegando. En los Anales, Quetzalcóatl, después de quemarse, estuvo en el país de los muertos por cuatro días.

Según los Anales, Mendieta y Torquemada, Quetzalcóatl murió antes de convertirse en Venus matutino.








Figura 3. Tlahuizcalpantecutli, el dios del Venus matutino (Códice Borgia, figura 69).




He presentado en esta enumeración algunos elementos que se repiten: enfermedad, debilidad, vejez, declinación del poder; la muerte, el maíz maduro. Estos elementos corresponden a las propiedades del occidente (Soustelle, 1940: 37-38). En el poniente está el jardín de la diosa Xochiquetzal. En este lugar colocaron Tamoanchán —el jardín cuyo signo es un árbol roto y derribado— (¿asociación con Huehuecuauhtitlán?) (Soustelle, 1940: 62; figura 4). Tamoanchán es símbolo de la declinación y en verdad podemos decir de la declinación del poder de Quetzalcóatl. Este último aspecto voy a analizarlo posteriormente.







Figura 4. Cihuatlampa, el Oeste (Códice Borgia, figura 51).



Todo esto sugiere el occidente como el lugar donde reinaba Quetzalcóatl y de donde empezó su viaje al Sol. Aquí ya puedo decir que en este aspecto, el dios, como habitante de Tula, simboliza el Venus vespertino. En este mito, Quetzalcóatl tiene el papel de la estrella de la tarde y de la estrella del alba.

Los argumentos siguientes pueden reforzar esta suposición.

En nuestro mito varios dioses decidieron forzar a Quetzalcóad a salir de Tula. Sin embargo, éste continuó siendo poderoso por un tiempo y por lo tanto hubo que debilitarle para luego expulsarle. Entre estos dioses se encuentran: Tezcatlipoca, Ihuimécatl y Toltécatl (Anales); Tezcatlipoca Huémac (Muñoz Camargo); Tezcatlipoca (Mendieta, Torquemada); Huitzilopochtli, Tlitlacauan y Tlacauepan (Sahagún); Tezcatlipoca y Huémac (Torquemada). Esta enumeración nos muestra cómo en este mito el mayor oponente de Quetzalcóatl fue Tezcatlipoca.4

Sin embargo, era Quetzalcóatl un dios tan poderoso e importante que su gran oponente Tezcatlipoca necesitó debilitarlo antes de expulsarlo de Tula. Su acción contra Quetzalcóatl empezó en los Anales (39) cuando le enseñó el espejo y el dios viéndose muy feo y viejo, dudó por primera vez de su poder. Luego efectuó la cena durante la cual Quetzalcóatl se emborrachó, bebiendo demasiado pulque con su hermana Quetzalpetlatl y se olvidó de actuar en algunas ceremonias religiosas. La negligencia en estos servicios fue la causa de su salida de Tula. Posteriormente quisiera apuntar el papel del pulque en este evento.

Otras versiones del mito (Mendieta II, 5 y Torquemada III, 8) dicen que mientras Tezcatlipoca y Quetzalcóatl jugaban a la pelota, aquél se transformó en jaguar de tal manera que la gente que los miraba huyó y cayó en el abismo. El juego de pelota (o de tlachco, tlachtli) simboliza "el juego" de los movimientos astronómicos (p.e. Alexander, 1964: 68, 82; Piña Chan 1969: 31-32). También el símbolo del jaguar podría aquí referirse al "juego de los astros", es decir al eclipse (Alexander, 1964: 62). 5 Entonces Tezcatlipoca, más poderoso que Quetzalcóatl, los oculta. (Muñoz Camargo dice que Tezcatlipoca "pretendió oscurecer la fama de Quetzalcóatl".)

En esta versión, Quetzalcóatl tuvo que abandonar Tula a causa de Tezcatlipoca. Después de encontrarse con él, todo pasó muy rápido. Quetzalcóatl perdió su poder y desapareció en Tlillan Tlapallan.

En la versión de Sahagún (III), que es más detallada, los dioses debilitaron gradualmente el poder de Quetzalcóatl. Por ejemplo, se dice que Quetzalcóatl se sintió ya muy viejo y Tezcatlipoca le dio el vino de maguey para emborracharlo. Como en los Anales, encontramos aquí el agregado de la vejez y de la bebida de maguey. En el mismo lugar, Tezcatlipoca habla sobre el país Tlillan Tlapallan, adonde debía ir Quetzalcóatl para volver convertido en joven.

Siguieron los sucesos que ocasionaron la muerte de los ciudadanos de Tula. En éstos, el papel activo lo jugó Tezcatlipoca. La hija de Huémac —rey de los tulanos—, cuando Quetzalcóatl era el sacerdote mayor se casó con Tezcatlipoca, bajo la figura de un indio desnudo. Eso causó la guerra y numerosas personas perdieron la vida. En otra ocasión, los tulanos murieron cuando Tezcatlipoca los obligó a bailar. Otros más murieron en una huerta, xochitla ("jardín") y en el mercado. Por último, una india vieja que tostaba el maíz en el xochitla, durante una hambruna, les dio muerte (figura 5) y no pudiendo hacer nada para salvar la vida de su gente, Quetzalcóatl salió de Tula. Todos estos eventos debilitaron su poder de manera que la única solución fue salir para Tlillan Tlapallan. Antes de salir dejó algunas artes y ciencias, que formaban parte de su esencia.









Figura 5. La india vieja tostando el maíz (Códice Florentino, III, figura 13).



Siguiendo su camino, encontró en varios lugares algunos acontecimientos que lo debilitaron más.

**************Primero: En Cuauhtitlán ("bosque") se vió muy viejo en el espejo y por eso dio el nombre a este lugar: Huehuecuauhtitlán ("el bosque viejo").

Segundo: Cuando pasó el río, encontró a los demonios que lo obligaron a dejar sus bienes: "las artes mecánicas de fundir plata y labrar piedras, y madera, y pintar, y hacer plumajes y otros oficios" (Sahagún III, 135-6). También debió dejar sus propias joyas. Esto podría interpretarse como si Quetzalcóatl tuviera que dejar lo esencial de su persona al despojarse de sus atavíos.

Tercero: En otro lugar tuvo que beber pulque y esto lo emborrachó, lo debilitó (figura 6).











Figura 6. Quetzalcóatl borracho (Códice Florentino, III, figura 14).





Cuarto: Una vez más fue debilitado cuando pasaba por los volcanes, donde perdió a sus pajes (enanos y jorobados), que murieron a causa del intenso frío. El contexto es claro: Quetzalcóatl fue el Sol, y mientras caminaba murieron sus enanos y jorobados. En el México antiguo existió la costumbre de que durante los eclipses de Sol eran sacrificados estos personajes a la estrella del día (Alexander, 1964: 82). Se puede observar aquí que durante el cambio del Venus vespertino al Venus matutino —es decir durante la conjunción inferior— el astro pasa sobre el Sol (como pasa la Luna durante los eclipses del Sol. Naturalmente, el planeta no tiene diámetro suficiente para ocultar al Sol, pero la naturaleza del acto es semejante al eclipse solar). Por Otra parte, ellos, como sus pajes, representaban algo de su esencia, pues Quetzalcóatl, caminando en la dirección del Sol (véase Sahagún III, 13, 5), tuvo que sacrificar una parte de su propia persona.

Según el punto de vista astronómico podemos afirmar que en este mito, Quetzalcóatl tiene el papel de Venus antes de la conjunción inferior y poco después. Primero, en el cielo de la tarde podemos observar el planeta como el cuerpo celeste muy brillante. Su brillantez aumenta hasta la magnitud de -4.3. Esto pasa después de situarse en el ángulo de la elongación máxima (la distancia angular entre los dos astros para el observador colocado en la Tierra). Para Venus, el ángulo de la elongación máxima no es mayor que 47 grados (Sidguick, 1957: 112; Robinson y Muirden, 1979: 127, véase también el cuadro de la página 130). El planeta se acerca al Sol rápidamente, también pierde su brillantez para desaparecer finalmente. Sigue la conjunción inferior del Sol y de Venus y para el observador de la Tierra el planeta está invisible, porque pasa sobre el Sol. Después de 8 días se ve Venus otra vez, pero ya en el Oriente (véase The Astronomical Almanac para cualquier año). Un observador de la Tierra podría decir que el Sol quemó al planeta para que se aparezca en el cielo matutino. Entonces el poder de Quetzalcóatl va aumentando gradualmente (la creación de las artes y ciencias para el hombre, etc.) y se refiere a la brillantez del astro que aumenta también en el cielo vespertino. La debilidad, la declinación del dios se refiere a la disminución de la brillantez del astro. El acto de quemarse y la presencia en el país de los muertos se refiere a la conjunción de ambos astros. (Véase también la ponencia de L. Maupomé.)

Como ya se mencionó, el mayor oponente de Quetzalcóatl en este mito fue Tezcatlipoca. En numerosas fuentes antiguas se pueden hallar otros ejemplos del conflicto entre los dos dioses. Ambos casi siempre se encuentran como opuestos (p.e. León-Portilla, 1979: 98-99). Este antagonismo es bien conocido y no es necesario ilustrarlo aquí con otros mitos.

Ahora hay que investigar qué podría significar, en los términos astronómicos, la figura de Tezcatlipoca.

Pero antes de resolver este problema, quisiera mencionar el papel del pulque en el proceso del debilitamiento del poder de Quetzalcóatl. En Sahagún (III, 4) el pulque empieza este proceso. Tezcatlipoca, bajo la figura de un viejo, le dio a probar pulque para que Quetzalcóatl se sintiera mejor y olvidara su vejez (figura 7), y el pulque le dio la ilusión de estar sano. En los Anales los dos ayudantes de Tezcatlipoca —Ihuimécatl y Toltécatl (que es uno de los dioses del vino, véase figura 8)— cortaron un maguey e hicieron el pulque en cuatro días y en el cuarto, después de cortarlo, lo ofrecieron para la cena rnemorable de Quetzalcóatl, durante la cual cayó éste. Hay que mencionar que el dios fue forzado a beber pulque durante su peregrinación al Tlillan Tlapallan (Sahagún III, 13, 7-9; figura 6).










Figura 7. Un viejo ofreciendo el pulque a Quetzalcóatl (Códice Florentino, III, figura 11).








Figura 8. Toltécatl, uno de los dioses del pulque (Códice Magliabecchiano, 52).




Como se sabe, existe una fuerte asociación entre el pulque o —más precisamente— entre los dioses del pulque y la Luna. Por ejemplo, los dioses del pulque del Códice Magliabecchiano (nuevamente figura 8) son adornados con yecametztli ("la nariguera en media luna"). Este adorno tiene relaciones con el signo jeroglífico en forma de Luna creciente (p.e. Seler, 1960: 231-232, 249). En sus escudos se ve otro símbolo de la Luna: la manta de conejo.









Figura 9a. Octecómatl, la jarra del pulque (según Códice Mendoza, 61).









Figura 9b. Mayáhuel, diosa del pulque (según Códice Vaticano B, figura 89).




En muchos ejemplos se encuentra asociada la Luna (en forma de Luna creciente) con los recipientes de pulque (figuras 9). Como se observa en algunos casos, la Luna creciente está relacionada con el líquido fermentado (Gonçalves de Lima, 1978:140-144). La autora dice así:

La mente mágica de los indígenas mexicanos debió asombrarse al comprobar que cada maguey se convertía en la fuente maravillosa de donde surgió el líquido cuya mayor o menor afluencia dependía de las fases de la Luna; después, la transformación del líquido dulce en licor embriagante, transformación que implicaba un ciclo y cuyas etapas también estaban asociadas a las fases lunares. Todavía en la actualidad el maguey es castrado cuando la Luna está en creciente, nunca en menguante, y el aumento o disminución de lo afluencia del líquido puede ser notado perfectamente según las fases de la Luna.



Podemos suponer que, según los Anales, Quetzalcóatl tomó el pulque cuando en el cielo se observó la Luna creciente (en el cielo vespertino), porque se dice que los dioses prepararon la bebida 4 días después de cortar el maguey. Este pulque causó la salida de Quetzalcóatl (Anales) o lo debilitó por primera vez (Sahagún).

Es interesante que en el Códice Florentino (Libro X, capítulo XII) se diga que el buen horticultor debe respetar los signos del año, del mes y del día durante su trabajo. En la figura 10 se ve un horticultor leyendo el libro bajo la Luna creciente. A su derecha está una planta, semejante a los dibujos, de maguey.









Figura 10. El buen horticultor (Códice Florentino, lámina LXIX, figura 73).




Según Sahagún la primera cosa que afecta el poder de Quetzalcóatl es el pulque y la última, que mata a su gente, es el maíz (la india vieja que tostó el maíz en el xochitla). Esta planta está asociada también con la Luna (González Torres, 1975: 96).

En estos casos podemos observar la asociación entre Tezcatlipoca y el pulque o el maíz y que estos últimos están relacionados con la Luna, por lo que podemos derivar de aquí una relación entre Tezcatlipoca y la Luna (creciente).

1. Orozco y Berra (1960, I: 57) fue el primero en sugerir que en esta lucha entre Quetzalcóatl y Tezcatlipoca (el Tezcatlipoca negro) estos dioses desempeñan el papel de Venus y de la Luna, respectivamente.

2. Seler (1963, II) menciona varias veces (p.e. páginas 9-10, 17, 30-32, 243 etc.) que Tezcatlipoca podría simbolizar "la Luna creciente en el cielo de la tarde", "la Luna joven que aparece en el cielo vespertino" o "el Sol que se pone, se transforma en la Luna que, por primera vez sale en el cielo vespertino, ya cerca del horizonte". Analizando la lámina 35 del Códice Borgia (figura 11) Seler dice que las figuras de Quetzalcóatl y Tezcatlipoca representan "el lucero vespertino y la Luna representados juntos en el cielo nocturno".










Figura 11. Quetzalcóatl y Tezcatlipoca (Códice Borgia, figura 35).




3. También otros autores (Spence, 1923: 112; Schultze-Jena 1950: 238) señalan las similitudes de la naturaleza variable de Tezcatlipoca con la Luna.

4. En la figura 14 del Códice jeroglífico Aubin se ve a Tezcatlipoca teniendo la media Luna al cuello, en su aspecto del mundo nocturno (figura 12).









Figura 12. Tezcatlipoca, el mundo nocturno (Códice jeroglífico Aubin, figura 14).




Todo esto sugiere la posibilidad de la asociación entre Tezcatlipoca y la Luna, es decir, la Luna creciente del cielo vespertino (occidental). Si así lo suponemos, hay que confrontar esta asociación con la realidad astronómica.

Tezcatlipoca —la Luna creciente del cielo vespertino (occidental)— encontró a Quetzalcóatl —Venus vespertino— y lo debilitó de tal manera que el dios se movió hacia el Sol convirtiéndose en el Venus matutino. Quiero señalar aquí que los encuentros de estos dioses podrían referirse a la conjunción de ambos astros.

Como ya hemos mencionado, el ángulo de la elongación de Venus no es mayor que 47 grados. Esto significa que la distancia angular entre los dos astros (el Sol y Venus) no es grande. La Luna nueva ocurre cuando está en conjunción con el Sol. Se aparece en forma de Luna creciente uno o dos días después de esta conjunción, cuando hay cierta distancia entre el Sol y ella. A causa de la elongación de Venus, cada mes entra en conjunción con la Luna creciente en el cielo de la tarde (véase p.e. The American Ephemeris and Nautical Almanac.) Estas conjunciones ocurren el tercero o cuarto día después de la Luna nueva. Después de estar en la fase de su brillantez máxima, Venus entra en conjunción con la Luna frecuentemente por última vez en el cielo vespertino. El planeta pierde su brillantez muy rápido; se puede decir que la Luna al encontrar a Venus lo debilitó. En términos astronómicos, existe la explicación de los eventos que narra este mito.

Naturalmente, ésta no es la única explicación de este mito. En otros niveles diferentes al astronómico encontramos otras, por ejemplo, Hedrik (1967) y Jiménez Moreno (1956) discuten este mito a la luz de los eventos históricos; León-Portilla (1979), en el nivel filosófico. La versión de Sahagún nos ofrece los detalles de la naturaleza esotérica.

En este lugar quisiera mencionar también que existen otras explicaciones astronómicas de este mito (Beyer 1965: 21-22; Preuss 1955: 394), pero en mi opinión es dificil asociarlas con movimientos astronómicos.

En la interpretación aquí presentada se trató de ser lo más preciso posible en la descripción de los movimientos astrales en el lenguaje mítico. No sólo se identificaron los cuerpos celestes, sino también su ubicación y su fase. Estas cosas permiten ofrecer la explicación astronómica como la más posible, porque empleando la astronomía se da un enfoque más preciso.

Existe también otra interpretación de un mito que refuerza nuestra explicación a través de la analogía. Hostetter (1979) interpretó un mito de Mesopotamia conocido con el título de "El descenso de Istar al país inferior". Investigado por ella encuentra que se habla también (en categorías astronómicas); de las conjunciones entre la Luna creciente y Venus, de la disminución y aumento gradual de la brillantez del planeta, etc. y también habla de Mercurio. En el mito toman parte tres cuerpos celestes (la Luna, Venus y Mercurio), por esto toda la interpretación es precisa.

La interpretación astronómica de los mitos nos ofrece una nueva dimensión de la investigación científica, nos "amplía" el campo del examen y explicación del pasado. Entonces, en su aspecto astronómico, este mito es un buen ejemplo de la herramienta para instruir a la gente en los movimientos de Venus. Fue fácil enseñar al pueblo, utilizando las figuras de Quetzalcóatl y Tezcatlipoca (bien conocidas), la época de la transición del planeta del cielo vespertino hacia el cielo matutino. Seguramente en otros mitos podremos encontrar algunos otros tipos de información astronómica. 6

BIBLIOGRAFÍA

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Torquemada fray Juan de, Monarquía indiana, UNAM, México, 1975.

NOTAS

1 Por ejemplo, G. de Santillana y H. von Dechend, Hamlet's Mill, Boston, 1969.

2 Estas ideas están siendo investigadas y desarrolladas en el seminario de antropología general en el Instituto de Arqueología de la Universidad de Varsovia desde los años setenta, bajo la supervisión del profesor A. Wiercinski. Las ideas aquí presentadas son desarrolladas bajo la influencia de esta escuela.

3 Véase la bibliografia al final de este artículo.

4 En la versión de Sahagún, Titlacauan es otro nombre de Tezcatlipoca. Véase, por ejemplo, Sahagún II, 2, 1.

5 Por ejemplo, el mito del nacimiento del dios Huitzilopochtli.

6 Por ejemplo, el mito del nacimiento del dios Huitzilopochtli.


Fuente:

http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/

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